SUSAN SONTAG | ''Sobre la Fotografía''

''Su significado es el uso''. 

Susan Sontag se refiere a la fotografía como un trabajo artístico con poca ambición de serlo. En realidad, en si es un fenómeno extraño, se dice que todo lo que es fotografiado es real, pero también lo real que es la modificación de la misma, es sumergirse en ese imaginario. O sea, la misma selección de que incluir o excluir, es el sello de una decisión humana y eso le da al fotógrafo el poder de narrar su realidad y la deformación de la misma. Para todo hay vertientes, diferentes maneras de ver y hacer las cosas.

La fotografía amplia nuestro ojo, nos hace ver eso que nunca pensamos mirar o desde otro ángulo, como una extensión de nuestros sentidos. No dudo que la majestad y belleza están latentes en cualquier minucia del mundo, sólo tenemos que detenernos por un segundo y observar, tomarnos el tiempo de hacerlo de vez en cuando para de verdad poder apreciar nuestra realidad. Somos capaces de contener nuestra visión del mundo en un encuadre, una creación misma de un duplicado, más dramática. A través de la cámara, desarrollas un nuevo modo de ver, te hace tomar nuevas decisiones visuales, apreciar el mundo.

Es un instrumento para conocer las cosas, incluso las que están dentro de éstas, las que no están a simple vista, tenemos que empezar a observar con una visión fracturada para conseguir esa foto idealizada. Tienes que pensar antes de hacer una fotografía, para poder experimentar con ella, con el objeto de documentar una realidad oculta, es decir, un realidad oculta para nosotros.

Es imposible ver nuestra sociedad moderna sin la fotografía, aprendemos a ver, es más, a vernos fotográficamente. Le tememos a la reprobación de la cámara, porque le hemos dado un valor representativo a la superficie, y revelar el temperamento íntimo a través de la imagen, la esencia del sujeto. La cámara transforma a cualquiera en turista de la realidad de otras personas, y a la larga, de la propia. Es tener el poder de viajar entre realidades degradadas y encantadoras, siento que ese es el impulso mismo de apretar el botón y petrificar ese trozo espontáneo de vida. Fotografiamos para tener memoria, tu mismo construirte y poder decir ''yo estuve ahí'', no sé si en estos tiempos se trate de un narcisismo, pero definitivamente existe un consumismo de imagen, tratamos de modificar la realidad a través de ella.

La obsesión del hombre común por la fotografía, es captar imágenes para captar recuerdos, rebobinar el tiempo o detenerlo, incitando el almacenamiento. Pero efectivamente, el hecho de que fotografié todo le quita poder a la misma, pero no es del todo erróneo afirmar que no existe una mala  fotografía, sino solo unas menos interesantes, menos relevantes.

Pero a la vez, por medio de la foto se ha descubierto que la belleza puede residir en lo más cotidiano y simple, incluso en lo más horrendo y apocalíptico, que en mi opinión todo lo que es bello es lo que es digno de verse. El atractivo es lo que comparte, lo novedoso, lo que cause impacto dándole importancia sólo por el hecho de ser fotografiado, porque la belleza es subversiva, hay que buscar la rareza, perseguirla, encuadrarla y titularla, siempre como observador agudo, capaz de transmitir no sólo lo que hay allí, sino también lo que uno ve.

Cada sujeto es lo suficientemente importante para ser retratado, todos cargan con cierto peso de belleza y singularidad, lo que se necesita para que una foto sea lo que es, trascendente. Nada es mejor que mostrar rostros reales en el cuadro, ser crudos con la realidad del sujeto, demostrando su desorden e incongruencia. La cámara puede ser benigna, cruel y somos adictos a eso, sin afectaciones a la conciencia, porque nos volvemos en depredadores del espíritu de los que fotografiamos, nos volvemos pasivos a lo que tenemos frente a nuestra mirada.

Hay algo agrío en la acción de hacer una foto, es como violar la visión de uno mismo, es verse como jamás pensaste hacerlo, conocerse como nunca pueden conocerse. Es trasformar a las personas en objetos para ser adquiridas simbólicamente en la acción, porque el embellecimiento y la veracidad hacen a la fotografía, la credibilidad de un momento eternizado.

Somos nosotros tratando de apropiarnos del mundo, tratar de explicar el hombre al hombre.