FRED RITCHIN | ''Después de la fotografía''

''Nos volvemos imágenes en potencia''.

Con el cambio de la fotografía análoga a la digital, hay una modificación del significado de la misma y de su relación con la realidad, aunque de por sí la posibilidad de crear realidades nuevas se dio desde que empezó la fotografía, ahora con la era digital, esta posibilidad se volvió aún más grande.

Ahora todo se puede manipular, juntar con otras cosas, y agregarlas o quitarles otras más, así creando un sin fin de nuevas realidades, con el fin de que la imagen se convierta en algo que el ''consumidor'' pueda digerir de manera más fácil a través de los medios de comunicación, los cuales se usan como meramente estrategias para poder maniobrar y crear un cambio social en donde los objetos son modificados en deseos, en ''fascinaciones de la imagen''.

Cada vez es más complicado distinguir de todas estas realidades creadas el mundo real, ahora vivimos sumergidos en el mundo de la imagen, en donde desaparece la experiencia y lo que permanece es la misma, eso que es lo que creemos real. La fotografía digital rompe esa unión fotografía-realidad, ya no es partícipe porque nos muestra que la realidad no tiene una única verdad, ya no se usa la fotografía como referente sino como eso deseoso, dándole forma al mundo que pretende recrear.

''Ver ya no equivale creer''.

Nuestra concepción de la realidad sufre alteraciones debido a las representaciones fotográficas, nuevas realidades, que la fraccionan y la reescriben, y que se han utilizado para manipular al público obligándonos a vivir con percepciones y expectativas para que esa realidad creada sea la única aceptada, originando una percepción colectiva, que nos da una noción de comunidad.

En efecto, la fotografía no sólo captura y reproduce la realidad, sino que la parte en pequeños rectángulos que además de hacerla más inteligible, la describen con nuevas repercusiones. Ahora es casi un requisito indispensable tener todo registrado a través de fotografías, como si la experiencia fuera desacreditada si no tienes fotos de ella, necesitas forzosamente una prueba visual, aunque ahora ya ni siquiera puedes confiar en eso.

Hasta el pensamiento de la manipulación empieza a ser un pensamiento cotidiano, provocando el surgimiento de disyuntivas con respecto a la maleabilidad actual de la fotografía ya que esta sirve para comprobar o dar fe de acontecimientos y experiencias, pero al mismo tiempo, puede negarlas. Con la llegada de lo digital, estos dilemas empeoraron pues las posibilidades para modificar o recrear la imagen, aumentaron juntos con el mar de posibilidades que hay en el mundo de la fotografía digital.

''Hemos entrado en la era digital y la era digital ha entrado en nosotros''.

Independientemente de cual haya sido el propósito inicial, lo que realmente se logró con el nacimiento de lo digital, fue crear nuevas realidades y transformar la manera en la que nos relacionamos y percibimos el mundo que nos rodea, y al mismo tiempo, moldeando de forma significativa nuestro entorno.

Con el desarrollo del mundo digital, la práctica fotográfica se fue haciendo más accesible y de igual modo, más común, al punto de que, los fotógrafos profesionales ya no son los únicos que producen contenido. Desafortunadamente, el papel que juega el fotógrafo en este nuevo mundo, se irá volviendo menos trascendente, no por la calidad sino por la facilidad que ya tiene todo mundo de conseguir esa herramienta, y sobre todo, por que al final la imagen se manipulará y cambiará todo significado. Al final de cuentas, se muestra lo que se desea, no lo que es en realidad.

Éstas imágenes, junto con el Internet, pueden llegar a ser verdaderamente útiles y más ricas en cuanto a contenido y visión general, nos pueden ayudar a entender el mundo y contribuir o intervenir en él, como una red de conocimientos. Permitiendo dar otro tipo de lectura, con más posibilidades, para el surgimiento de nuevas opiniones que ayuden a nutrir la materia.

Hay una infinidad de diferentes probabilidades que genera una fotografía; desde llevarnos a distintos sentimientos o sensaciones, hasta la percepción de diferentes dimensiones a través del ojo digital, ése que captura el momento del apresamiento de una imagen y su después, donde la mente genera varios escenarios donde existen diferentes posibilidades visuales, o hasta espirituales.

En conclusión, debemos ser más consientes en cuanto como generamos la imagen, y su impacto en el panorama. La fotografía en la era digital nos sirve como un medio con un sinfín de posibilidades de expresión, a través de las nuevas tecnologías, aunque es un arma de doble filo, por que se podría usar a la fotografía como un medio de conciencia y tratar de redimirnos como sociedad, o también, como una prisión de una realidad subjetiva, pero eso dependerá de nuestro desarrollo a la par de ella.